El padrastro de Martha Elizabeth Rivero confesó finalmente el asesinato. Abusaba de ella y lo amenazó con denunciarlo. La víctima tenía 11 años. Siete años después de la muerte de la niña Martha Elizabeth Rivero se develó el misterio. El asesino fue su padrastro, un hombre hoy de 34 años. Ayer confesó el hecho sucedido el 25 de mayo de 2006. La víctima tenía entonces 11 años. Los familiares denunciaron su desaparición. La niña llegó de la escuela a su casa, en el asentamiento “Paso Escobar”, en ruta 8 kilómetro 23.500. Según su madre, Elizabeth Castillo, Martha se acostó un rato y luego salió a jugar con unos primos y unos amigos, informa este martes El País. Pero en un descuido desapareció sin que nadie se hubiera percatado de la situación. Pasaron cuatro años para saber algo más del caso. Hasta entonces, la Policía creía que la desaparición se debió a un “accidente”, algo que no convencía a la madre y a Gustavo Rivero, el padre biológico de la menor desaparecida. La mujer estaba en pareja con otro hombre y tenía dos hijos más de su primer matrimonio, Alexandra (13) y John 12). Al principio de la investigación, se rastreó en un lago cercano y en una granja, pero no hubo señales de ningún tipo. El cadáver fue hallado en febrero de 2010 por obreros que se encontraban en la construcción de una fábrica en el kilómetro 25 de ruta 8. Fueron ellos quienes avisaron a la Policía de la existencia de un cuerpo enterrado en la zona. Las pericias permitieron concluir que se trataba de Martha Rivero. El estado del cuerpo no permitieron saber cómo fue el homicidio. Los agentes interrogaron a decenas de personas por el crimen, pero no se avanzó en la investigación. En las últimas horas, la Policía de Canelones consiguió nuevas pistas que llevaron directamente J.P., el padrastro de la víctima. El agresor admitió el hecho en la víspera luego de innumerables evasivas. Contó que la asesinó porque la menor iba a denunciarlo por abuso sexual. El día del crimen, secuestró a la niña, la llevó al descampado, la golpeó y luego la tiró en un pozo, tapándola con follaje. El juez actuante procesó a J.P por homicidio. |